Una de las mayores dudas al comprar un PC Gamer es saber qué pantalla elegir, si la de un monitor o televisor.
Ambas opciones ofrecen características que ayudan a disfrutar de la experiencia de juego. De igual manera, sus diferencias son capaces de influir a la hora de jugar, por lo que es importante saber qué opción es la más indicada para cada tipo de jugador.
¿Qué es mejor usar un monitor o un televisor en un PC Gamer?
Resolución de imagen
Uno de los aspectos más importantes para los jugadores, es la resolución de pantalla que permita el monitor o el televisor.
Por lo general, los jugadores prefieren resoluciones de 1080p, 2K y 4K a la hora de disfrutar de sus títulos. Una alta resolución permite ver los gráficos con una mayor calidad, lo cual mejora la experiencia de juego.
La mayoría de los monitores ofrecen una resolución de 1080p y 4K, aunque hay más modelos que disponen de resolución 2K o 1440p, una resolución que no existe en los televisores, y que se usa cuando los ordenadores no soportan mayores resoluciones.
El inconveniente de los monitores 4K es el elevado precio, en comparación con los televisores. Un televisor con resolución 4K, tiene un precio más accesible al bolsillo, brindando la misma experiencia de juego a un precio más bajo.
A la hora de jugar en 4K, se recomienda principalmente una televisión para sacar el máximo rendimiento.
FPS y tasa de refresco
Unas de las características esenciales para jugar videojuegos, es la tasa de refresco y los FPS.
La tasa de refresco es la frecuencia de actualización, es decir, la cantidad de imágenes que muestra la pantalla por cada segundo. Mientras la tasa de refresco sea mayor, el movimiento de las escenas es más suave y sin caídas de frames.
La tasa de refresco recomendada son los 60 Hz, pero para alcanzar los 60 y 120 FPS o fotogramas por segundo, se requiere de una mayor tasa. En este apartado, los monitores gaming son los que llevan la ventaja. Hay modelos con una frecuencia de actualización de 144 Hz.
Una frecuencia de 144 Hz en un televisor grande es un problema para conservar los FPS estables, generando latencia. Gran parte de los fabricantes ofrecen una tasa de refresco variable, para conseguir que las imágenes se muestren igual que la misma cantidad de fotogramas recibidos.
Tamaño y distancia
Una de las mayores ventajas de los televisores ante los monitores es el tamaño. Por precios de entre 350 a 400 euros, es posible adquirir televisores de 50 pulgadas, y hasta de 75 pulgadas.
En cambio, los monitores al mismo precio en el mercado se encuentran entre las 27 y 32 pulgadas. Esto quiere decir que, por una menor cantidad de dinero, se puede comprar una pantalla de mayor tamaño.
Muchos jugadores eligen el salón o la habitación como el lugar para jugar, contar con una pantalla de gran tamaño ofrece la posibilidad de jugar a una mayor distancia, y disfrutar de una imagen más amplia de los videojuegos.
Actualmente, NVIDIA trabaja con varias fabricantes de monitores para lanzar al mercado monitores BFGD, estos alcanzan unas 65 pulgadas, con todas las ventajas de los monitores.
El problema es el elevado que llega a ser su precio. Los televisores son recomendados si se quiere jugar de forma cómoda y lejana, mientras que los monitores, para jugar más cerca y con mayor inmersión.
Tecnologías de sincronización adaptativa
Los monitores gaming ofrecen una tecnología que mejora la experiencia de juego, la sincronización adaptativa. NVIDA cuenta con G-SYNC y AMD con FreeSync, estas tecnologías ajustan la tasa de refresco de los monitores de manera dinámica para que sea igual a la cantidad de FPS.
Gracias a esto, mejora el rendimiento de los monitores, y se evitan los problemas de stuttering en los videojuegos.
Las televisiones no cuentan con esta tecnología por defecto, aunque la marca LG pretende incluir la tecnología G-SYNC compatible en sus televisores, mientras que otras marcas prefieren la tecnología FreeSync.
Los jugadores que juegan shooters de acción o juegos competitivos, requieren de unos FPS estables y cero caídas durante la partida, ya que afectan su rendimiento a la hora de jugar.
Input Lag
Se trata de un punto que los fabricantes de televisores buscan mejorar, pero los resultados no son tan favorables. Esto se debe a que en los televisores, los esfuerzos van enfocados en mejorar la calidad de imagen, antes que el Input Lag.
Cuando se usan los monitores gaming, es que el Input Lag se reduce hasta lo mínimo. Gracias a esto, la cantidad de tiempo que pasa desde el envío de la señal hasta la pantalla es poco.
Si el retraso del envío de la señal es muy alto, las imágenes en la pantalla mostrarán tirones, lo cual se percibe con facilidad de los 60 Hz hacia abajo.
Además, si el ordenador está mal optimizado o es lento, el Input Lag incrementará hasta los 100 ms o más. En este caso, la solución es la sincronización adaptativa que ofrecen las tecnologías de los monitores, la cual asegura la máxima fluidez posible a la hora de jugar.